Abortar es decidir. Cuando interrumpes el embarazo no solo eliges sobre tu cuerpo, vida y futuro; actualmente, también puedes elegir el método para interrumpir el embarazo y cómo, dónde y cuándo quieres vivir este proceso.
Dentro de los muchos mitos alrededor del aborto, está la idea de que únicamente se puede realizar en un hospital, de una forma quirúrgica e invasiva, donde la mujer estará sola; sin embargo, este tipo de procedimientos ocurren cada vez con menor frecuencia en el mundo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), gran parte de las interrupciones de embarazo que se realizan alrededor del mundo son con medicamentos, ya sea usando sólo misoprostol o el régimen combinado de mifepristona y misoprostol.
El aborto con medicamentos se ha estudiado por años y es utilizado por muchos países en los servicios de salud pública. Por ejemplo, en las clínicas especializadas en Interrupción del Embarazo (ILE) del gobierno de la Ciudad de México, es uno de los procedimientos que más se aplica desde 2007, cuando se despenalizó el aborto en la entidad.
Régimen combinado de mifepristona y misoprostol
Actualmente, es posible terminar el embarazo con medicamentos, sin pasar por un quirófano u hospital, libre de presiones.
Tanto la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), como la OMS, avalan el régimen combinado de mifepristona y misoprostol para interrumpir el embarazo por ser absolutamente seguro, efectivo y no invasivo.
A diferencia de cuando se toma sólo misoprostol, al combinarlo con la mifepristona la efectividad es mayor. El número de abortos completados de forma segura y sin complicaciones es de más del 90%; cuando se usa antes de la 9ª semana de gestación, su efectividad es de entre el 96.6% y el 98%. Si estás entre la semana 10 y la 13, su eficacia es del 95.8%. Es decir, mientras más pronto se realice el procedimiento, es más eficaz y más seguro.
Otra ventaja del régimen combinado es que, al combinar ambos medicamentos, la expulsión ocurre más rápido. De acuerdo con estudios clínicos internacionales, el 94% de las personas expulsaron el producto a las 24 horas de iniciar el procedimiento y el 97% a las 48 horas. En cambio, con el misoprostol sólo, la evacuación generalmente comienza después de las 48 horas.
Usando mifepristona y misoprostol, las complicaciones son prácticamente inexistentes, no superan el 3% y tampoco afecta la semana de gestación en la que te encuentres. La única dificultad para llevar a cabo un aborto usando ambos medicamentos es que la mifepristona no se consigue fácilmente.
La dosis recomendada, usando mifepristona y misoprostol, varía ligeramente dependiendo de las semanas de embarazo que se tengan: hasta la semana 10 de gestación, debes usar 200 miligramos de mifepristona y, 24 o 48 horas después, 800 microgramos de misoprostol vía bucal, sublingual o vaginal, esta última vía no es la más aconsejable en contextos de criminalización del aborto. Si 24 horas después de que hayas iniciado a utilizar el misoprostol no hay resultados, debes consultar a un proveedor de salud de aborto seguro.
Contar con la dosis correcta del medicamento combinado es vital para que el procedimiento sea seguro y exitoso. Otro aspecto clave es que estés plenamente informada y preparada.
Aunque las complicaciones son mínimas, siempre hay que preparar un plan de emergencia. Una forma de identificar el momento de acudir al médico es si tienes sangrado abundante (que llenes más de 4 toallas sanitarias maxi en 2 horas), reacción alérgica en forma de ronchas, dolor abdominal que no disminuye con las pastillas para el dolor y tener temperatura mayor a 38 °C por 4 horas seguidas o que se presenta 24 horas después de la última toma de misoprostol -por lo que, si te sientes más segura al hacerlo acompañada de un profesional de la salud o en una clínica, hazlo de esta forma-. Si lo vas a hacer en casa, puede resultar útil contar con el número de alguna clínica especializada, organización o red de mujeres que te guían y asisten durante todo el proceso.
Por otra parte, es muy importante señalar que abortar con medicamentos no implica menor dolor o ausencia de este. La molestia es más intensa y prolongada que la de un cólico menstrual. Sin embargo, puedes tomar analgésicos como el ibuprofeno (400 a 800 mg), naproxeno (500 mg) o ketorolaco (20 mg) una hora antes de iniciar el procedimiento y durante este; también puedes utilizar una bolsa de agua caliente para el abdomen y tener un ambiente de apoyo -con personas que estén dando seguimiento a tu proceso, que te ayuden en caso de alguna complicación, o que te auxilien en caso de que tengas que ir a una clínica; con las que puedas contar durante el proceso-.
Al abortar con medicamentos tienes la posibilidad de definir cuando estés listx, tranquilx, segurx y acompañadx, si así lo prefieres.